talud con un muro de piedras como medida correctora de la erosión
Bloques desprendidos del Hacho
Es este un relieve en el que pueden identificarse ciertos riesgos geológicos:
1) Desprendimientos de bloques en las cercanías al monte Hacho, en los límites de la ciudad. La meteorización y erosión del relieve en los tajos del monte es un factor de riesgo para las zonas cercanas a los pies de las laderas, que puede provocar la caída de bloques por vuelco o rodadura.
2) Inestabilidad del pie del monte por deslizamiento en algunas zonas, lo que limita las posibilidades de ocupación de estos terrenos con garantía para las personas y las edificaciones. Las fuertes pendientes de las laderas, unido a la deforestación, pueden causar deslizamientos de laderas y coladas de barro.
3) El riesgo de erosión del suelo, que está relacionado con factores como la deforestación, (desaparición de la cubierta vegetal original), las fuertes pendientes, la desprotección de los taludes, el aumento de la escorrentía por la construcción de carreteras, etc. En ocasiones, durante las lluvias de tipo torrencial, el material superficial suelto, arrastrado por las aguas, puede provocar serias dificultades para la circulación en las carreteras situadas al pie del Hacho.
4) Aunque queda fuera de nuestra área de estudio, incluimos en este apartado, el riesgo de inundación para las construcciones cercanas en zonas inundables de la vega. Se trata de zonas que pertenecen a la llanura de inundación del río Guadalhorce que deberían protegerse o dedicarse a otros usos más racionales.
5) Riesgos sísmicos. La Comarca del Guadalhorce se encuentra ubicada en la zona de mayor riesgo sísmico de la Península Ibérica. Por ello, deben aplicarse normas de construcción sismorresistente.
1) Desprendimientos de bloques en las cercanías al monte Hacho, en los límites de la ciudad. La meteorización y erosión del relieve en los tajos del monte es un factor de riesgo para las zonas cercanas a los pies de las laderas, que puede provocar la caída de bloques por vuelco o rodadura.
2) Inestabilidad del pie del monte por deslizamiento en algunas zonas, lo que limita las posibilidades de ocupación de estos terrenos con garantía para las personas y las edificaciones. Las fuertes pendientes de las laderas, unido a la deforestación, pueden causar deslizamientos de laderas y coladas de barro.
3) El riesgo de erosión del suelo, que está relacionado con factores como la deforestación, (desaparición de la cubierta vegetal original), las fuertes pendientes, la desprotección de los taludes, el aumento de la escorrentía por la construcción de carreteras, etc. En ocasiones, durante las lluvias de tipo torrencial, el material superficial suelto, arrastrado por las aguas, puede provocar serias dificultades para la circulación en las carreteras situadas al pie del Hacho.
4) Aunque queda fuera de nuestra área de estudio, incluimos en este apartado, el riesgo de inundación para las construcciones cercanas en zonas inundables de la vega. Se trata de zonas que pertenecen a la llanura de inundación del río Guadalhorce que deberían protegerse o dedicarse a otros usos más racionales.
5) Riesgos sísmicos. La Comarca del Guadalhorce se encuentra ubicada en la zona de mayor riesgo sísmico de la Península Ibérica. Por ello, deben aplicarse normas de construcción sismorresistente.
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